Una historia de innovación

tetralog se fundó en 1993. La idea inicial aún hoy perdura, y constituye el núcleo de nuestras soluciones de software, siendo además el reflejo de nuestra forma de pensar: combinación de aspectos psicológicos y matemático-financieros. Y así desarrollamos nuestro primer producto pionero hace 25 años, en una época en la se podría haber pensado que «Robo-Advisor» era un superhéroe de cómic. Actualmente desarrollamos productos de software reconocidos internacionalmente, centrados en el usuario y que dan soporte a todo el proceso de asesoramiento de inversión.

Robo-Advisor de cartón piedra

Con una implementación adecuada, una buena idea elaborada en cartón piedra puede llegar a funcionar tan bien como un algoritmo dentro de una moderna aplicación. Así, nuestro primer paso fue desarrollar un Robo-Advisor para Union Investment – ¡hecho de cartón piedra! Puede que a día de hoy esto le arranque una sonrisa, pero la ingeniosa disposición de sus discos giratorios proporcionaba una precisa tipología propia de perfil de riesgo basada en un enfoque científico. Con la ayuda del Robo-Advisor de cartón piedra fuimos capaces, por primera vez, de trazar un mapa completo de todo el proceso de creación de perfiles, retroalimentación, traducción en una estrategia de inversión y recomendación de productos financieros. La herramienta resultó de utilidad inmediata y funcionó con independencia del equipamiento informático del asesor. Naturalmente, las opciones de configuración de aquella solución en 1996 eran ciertamente limitadas.

Nacimiento de una industria en constante movimiento

Nuestra evolución natural usando un enfoque basado en la psicología y las matemáticas financieras fue la implementación de esta idea empleando software. En 1997 lo desarrollamos para Allianz Anlegeranalyse (Allianz Análisis de Inversiones) y en 1998 para DAB Investment-Ratgeber (DAB Asesores de Inversión). Este último fue el primer Robo-Advisor real con interfaz de transacción digital. Por otra parte, con la llegada de la legislación alemana sobre el Mercado de Valores en 1994 y, entre otras, las directivas de la UE MiFID y MiFID II, se hizo necesaria la realización de una evaluación objetiva de perfil de riesgo de cada inversor y una recomendación inversora acorde a los resultados obtenidos – características ambas incluidas en las soluciones antaño implementadas por tetralog y que aún hoy perduran.