Qué ofrecemos

Research & Innovation

Nos gusta pensar diferente. Por eso, tetralog concede una gran importancia a la investigación y a la innovación: Seguimos preguntándonos qué conceptos matemático-financieros son los más adecuados para ayudar a asesorar y proporcionar información a los inversores privados. Además de la disponibilidad de los datos y de los núcleos de cálculo necesarios, es especialmente relevante proveer una visualización intuitiva y fácilmente comprensible. La representación del riesgo de la cartera y de la diversificación de las posiciones conjuntamente es realmente un estándar de facto. Para lograr esto sería necesario refinar constantemente la representación y la explicación para separar los aspectos esenciales y comprensibles de los aspectos técnicos y formales que son «solo para expertos». Al hacerlo, siempre tenemos presente el objetivo de mejorar el proceso de asesoramiento de inversión y apoyar a nuestros clientes de forma práctica.

Una nueva forma de experimentar la inversión – nuestra visualización Spider

Tratamos de representar las relaciones complejas de tal manera que incluso un inversor privado sin conocimientos financieros avanzados pueda entenderlas fácilmente. Al hacerlo, logramos cerrar las brechas metodológicas aparentemente aceptadas. Como pioneros que somos, también integramos rápidamente las nuevas tecnologías en nuestros módulos de software.

Inspirados en la idea de la gamificación y el control gestual de las pantallas multitáctiles, hemos desarrollado el visualizador Spider para la cartera: un gráfico interactivo que, por primera vez, reúne activos intangibles como son la cartera, la diversificación, el riesgo y el rendimiento en una sola representación.

Centrados en el cliente: herramientas para él

Desde nuestros inicios hemos desarrollado conceptos que hoy se consideran estándares. Por ejemplo, en 1998 diseñamos el primer Robo-Advisor digital para DAB Investments. Consistía en una ruta de asesoramiento digital, empezando en la determinación del perfil de inversor, pasando por la selección de la estrategia de inversión para determinar los productos adecuados, y finalmente, gestionar la operación. Otro ejemplo es la integración del Value at Risk en los servicios de asesoría a clientes privados, concepto que inicialmente solo utilizaban los inversores institucionales. Una tendencia actual, de la que estamos convencidos desde hace muchos años, es la revisión de la «idoneidad» a nivel de cartera, teniendo en cuenta la clase de riesgo de la misma. Esto amplía o reemplaza el asesoramiento anterior basado en las clases de riesgo de los productos individuales, que dejaba fuera el efecto de la diversificación de la cartera. En cambio, analizando la clase de riesgo de cartera junto con los intereses del cliente, se permite la búsqueda de una cartera adecuada, en lugar de elegir de una lista de productos permitidos, a la vez que se tienen en cuenta también los intereses del propio Banco.